4. Funcionamiento basico
Los módulos fotovoltaicos transforman directamente la energía solar en corriente eléctrica continua, que se almacena en baterías: así podrá usarse cuando no hay sol o para disponer, puntualmente, de mayor potencia de la que genera el campo solar en un momento puntual.
Una instalación fotovoltaica aislada (con acumulación en baterías) funciona de forma análoga a un sistema de recogida de aguas de lluvia: El tejado (o campo solar) recoge las aguas pluviales (o energía solar) que recibe. Cuanta mayor superficie disponga para recoger, podrá disponerse de más agua (o energía).
Las tuberías bajantes son el equivalente al regulador de carga, cuya función es canalizar lo recogido hacia un sistema de acumulación. Si la bajante resulta estrecha (o el regulador pequeño), no podrá canalizar toda el agua (o energía) que reciba.
Mientras que en la instalación de recogida de pluviales el agua de lluvia se almacena en un depósito, la instalación solar emplea baterías. Ambos tienen una capacidad limitada, y una vez llenos, el agua (o energía) que reciban ya no se aprovechará. Si se extrae agua (o energía) a un ritmo mayor que el de recarga, ambos acabarán vaciándose.
El agua (o energía) puede usarse directamente desde la acumulación (equivaldría a la corriente continua de las baterías), o aumentando la presión con una bomba (análogo a aumentar la tensión eléctrica con un inversor).