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Iluminacion LED

Ofrecemos información útil para elegir la iluminación LED más adecuada (el LED es hoy la opción más recomendable para la práctica totalidad de aplicaciones domésticas y buena parte de las del sector servicios).

  1. ¿Es mejor sustituir bombillas (por retrofit LED) o cambiar la luminaria completa?  

Dependerá principalmente del valor económico u ornamental de la lámpara. Para una lámpara de cristal de araña o de diseño, pueden adaptarse lámparas retrofit LED de buena calidad, con igual casquillo que las que sustituyan (o un adaptador). En un downlight con casquillos G24, por el contrario, es más barato y eficiente sustituirlo por uno nativo de LED, cuyo resultado -en calidad y cantidad de luz- suele ser superior. En el caso de focos halógenos de 250 ó 500W, la opción es clara: sustituirlos por proyectores LED de 50 ó 100W.

  2. ¿De veras el LED consume menos que una lámpara de bajo consumo?  

Si, y bastante menos: los equipos de calidad pueden rebajar el consumo a la mitad. A igual potencia, el LED dará más luz y, para la misma cantidad de luz, se precisará menor potencia en LEDs. Otra cuestión es que las lámparas fluorescentes consumen más potencia que la que indican (en equipos antiguos o fogueados, hasta un 50% más). Además, tienen un bajo factor de potencia, lo que indica que consumen mucha energía reactiva; aunque los contadores domésticos no miden ni facturan dicha componente, en las instalaciones fotovoltaicas hay que sacarla de las baterías.

  3. Si los LED no emiten calor, ¿por qué se calientan y llevan disipadores?  

Los LED son muy eficientes: convierten en luz casi el 90% de la energía que consumen. El 10% restante que no se irradia como luz se convierte en calor, que hay que evacuar de los circuitos ya que las altas temperaturas son su punto más débil; al superar 70ºC su luz decae, temperaturas de más de 80ºC acortan su vida útil y por encima de 100ºC se queman en poco tiempo, así que una adecuada disipación del calor (con radiadores de aluminio similares a los de circuitos electrónicos) resulta fundamental, aunque ciertos LEDs, como tiras o filamentos, puedan prescindir de ellos. Aún así, quemarse al tocar un LED es prácticamente imposible.

 4. ¿Es sencillo sustituir lámparas por otras de LED?  

En bombillas con casquillos estándar a 230V (E14, E27, R7S, G9, GU10) o a 12V (MR16, GU5.3, GU53) basta con extraer la lámpara tradicional y sustituirla por la de LED. En fluorescentes de casquillo G23, G24 o tubos fluorescentes T5 y T8, por lo general hay que desconectar reactancias y balastos para alimentar la corriente eléctrica directa a los bornes de la nueva lámpara. Para elegir la potencia adecuada podemos guiarnos dividiendo entre 8 la potencia de la incandescente a la que sustituyan, o entre 2 si fuera fluorescente, aunque lo más exacto es igualar los lúmenes (lm) de la antigua lámpara con la nueva.

  5. ¿Qué tono de luz elegir? Cálida, neutra, fría...  

La luz fría es adecuada en cocinas, espacios de trabajo, garajes, escaleras y lugares sin decorar, mientras la luz cálida es mejor para salones, dormitorios, realzar estanterías y cuadros. En exteriores, baños u otras estancias puede emplearse indistintamente luz fría o neutra, pero ante la duda, ésta última es la más versátil. También existen lámparas con tono de luz variable o con cambio de luz fría-neutra-cálida.  

Los tonos muy fríos (más de 6.500K, luz blanco-azulada) pueden ser molestos  molestos para algunas personas: son más agradables los de 5.500 a 6.000K.

Los tonos demasiado cálidos, (menos de 2.700K), dan sensación de luz pobre, y resulta inadecuada para trabajar, leer o fijar la vista; sólo resultan útiles como luz de ambiente, además de que el rendimiento luminoso también es inferior.

 6. ¿Qué casquillo es más recomendable? 

Si opta por mantener la luminaria y sustituir sus bombillas por LED, deberá buscarlas de igual casquillo o emplear un adaptador (disponibles para las que funcionan a 230V, sin transformador). Los formatos con mayor variedad de lámparas son el GU10 y el E27. El primero se usa más para luz concentrada, apliques empotrados o ilumi-nación puntual; el segundo es habitual en bombillas al aire, con haz de luz ancho.

  7. DIP, SMD, emisor, COB, filamento... ¿Qué tipo de LED es mejor?  

Sólo podemos desaconsejar las lámparas con LED de tipo DIP (en forma de gota o cilíndricos; desde 2001 se fabrican en luz blanca). Su rendimiento es muy pobre y disipan muy mal el calor, lo que limita mucho su vida y causa el fallo en cascada de sus LEDs. No los instalamos, ni recomendamos su compra.

Los chips SMD (Surface Mounted Device)desarrollados en 2005, integran un chip en pastillas rectangulares con su base metálica, para disipar mejor el calor. Son eficientes, pequeños y baratos pero limitados a 0,25-0,5W por pastilla (aunque pueden empaquetarse mucho). En tiras, tubos y downlights planos, emiten luz en un ángulo de 120º o 160º.

Los emisores LED, empleados desde 2008, son chips de 1, 2, ó 5 W muy eficientes, pero  requieren corrientes elevadas y se montan sobre disipadores a una distancia mínima de 2 cm. entre sí. Se usan en farolas, bombillas retrofit y downlights no planos, para luz muy concentrada, ya que su ángulo de apertura va de 35º a 60º.

Los COB (Chip On Board), usados desde 2012, son pastillas basadas en los SMD, pero que integran 20, 50, y hasta 100 emisores LED de 1W: Por su alta densidad de circuitos y el calor que éstos generan, precisan grandes radiadores para evitar el sobrecalentamiento. Usados en focos, proyectores y ciertos downlights.

Los filamentos LED, (desde 2014), integran 15-30 minúsculos chips LED de muy alta eficiencia montados sobre una tira metálica a modo de radiador, que con sólo 1 ó 1,5W/filamento pueden disipar el calor al aire. Son muy parecidos visualmente al filamento tradicional, pero con una fracción de su consumo y hasta 60.000 h. de vida.

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